Tras el anuncio de confinamiento para frenar la segunda ola, el retorno a las clases presenciales es cada vez más improbable. Actualmente, en el Perú existen 8.5 millones de estudiantes, de los cuales 6.2 millones asisten a colegios estatales. Según el Ministerio de Educación, 1.7 millones de estudiantes de instituciones educativas públicas no cuentan con equipos informáticos, ni con conexión a internet en su hogar.
Además, como resultado de la pandemia, la crisis económica y una oferta de educación pública escasa, se incrementó la deserción escolar. De acuerdo con Agnieszka Céspedes, presidenta de la Asociación Nacional de Padres de Familia de Escuelas de Formación Básica Privada –ANAPEF, 190,000 estudiantes de colegios privados abandonaron sus estudios en 2020.
Para Maria Cecilia Toledo, gerente de Marketing y Producto de Edenred Perú, la modalidad de estudio en casa ha incrementado el gasto escolar, ya que exige una inversión extra en la implementación de tecnologías de la información y la comunicación. Antes de la pandemia, los peruanos ya gastaban en promedio el 21.27% de su salario en los útiles escolares, de acuerdo con un estudio del portal Picodi. Además, según una encuesta elaborada por Datum, en 2019, el 53 % de los peruanos se endeudaba para asumir los gastos en esta época escolar.
Este año, la educación virtual vuelve a afectar el presupuesto familiar. Y es que en 2020 la demanda de equipos informáticos, así como sus ventas y sus precios, se incrementó exponencialmente, producto de esta nueva modalidad de estudio y del trabajo remoto. De hecho, según un reciente estudio de GFK, en 2020, las laptops aumentaron su comercialización en 68% y las impresoras, en 32%, respecto a 2019.
Esta es una oportunidad para las compañías de apoyar y motivar al personal a través de la entrega incentivos como el bono escolar. Este representa un apoyo al bienestar de las familias de los colaboradores, así como una contribución económica frente a los gastos escolares, que aporta tanto a su calidad de vida, como a la educación de sus hijos.
Es un beneficio que impacta positivamente en el trabajador y su familia pues, al recibir el 100% del monto, se incrementa su poder adquisitivo y se les otorga acceso a descuentos en ciertos establecimientos. Además, pueden utilizarlo para la compra de útiles escolares, así como para pagos de matrículas, pensiones, compra de uniformes, y cualquier otra necesidad educativa.
Para las compañías también genera múltiples ventajas pues no afecta a los descuentos por cargas sociales, ni aportaciones al Sistema Privado de Pensiones (SPP). Asimismo, incrementa el compromiso, la motivación en su recurso humano y los indicadores de retención, contribuyendo a reducir el índice de rotación del personal hasta en 30 %. Además, al no entregar efectivo directamente a los trabajadores, se garantiza que el monto de dinero asignado sea utilizado específicamente para lo que está destinado.
Este incentivo es, sin duda, una forma de contribuir al bienestar de las familias peruanas e impulsar la educación. Por eso, Edenred elabora soluciones para las empresas que deseen aumentar la motivación individual o colectiva de sus colaboradores. Ser empáticos con las necesidades de los colaboradores es motivador para ellos y mejora significativamente la relación.
