De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), 3.1 millones de peruanos sufren de hambre por estar subalimentados. Además, según una investigación realizada por la compañía Herbalife Nutrition, 5 de cada 10 personas encuestadas en el Perú enfrentaron ‘inseguridad alimentaria’ en algún momento de sus vidas y el 57% de ellos la experimentó por primera vez desde el inicio de la pandemia.
En 2020, las autoridades iniciaron la distribución de canastas de alimentos, en beneficio de las poblaciones más vulnerables. Aunque esta medida permitió apoyar a miles de familias, también representó una serie de dificultades logísticas. Ante ello, Edenred ha desarrollado un mecanismo más sencillo y efectivo: la Tarjeta Solidaria, una tarjeta de alimentos que tiene un costo de comisión del 0%.
Se trata de una herramienta enfocada en municipalidades y regiones que busca ayudar a las personas más afectadas, y que no considera comisiones con el objetivo de ajustarse a los presupuestos de las instituciones públicas. Esta solución permite realizar compras de alimentos e insumos en supermercados, bodegas, o cualquier centro de abasto que cuente con un POS.
Esta solución reduce el tiempo de entrega de ayuda, asegura la donación equitativa, y certifica que el monto entregado se destine exclusivamente para la adquisición de artículos primera necesidad. Además, es 100% segura y permite que los municipios puedan orientar sus gastos hacia las necesidades de los hogares.
De acuerdo con Maria Cecilia Toledo, gerente de Marketing y Producto de Edenred Perú, este beneficio puede ser entregado por las municipalidades directamente a los ciudadanos que lo necesiten, según los criterios que ellos definan. “La asignación del monto a las tarjetas puede ser diario, mensual, semanal, o cuando lo requieran, ya que las tarjetas permiten la recarga automática en caso de que se quiera extender el beneficio”, explicó.
Además, se puede coordinar que sean entregadas en centros comunales u oficinas municipales específicas. “Este nuevo mecanismo atiende las necesidades de las más familias vulnerables, ya que les permite comprar sus alimentos sin pasar por demoras, confusiones, u otro tipo de proceso más engorroso. Creemos que es necesario que las empresas también comencemos a generar productos que puedan servirle al Estado para llegar de manera más eficiente y segura a quienes más lo necesitan”, concluye Toledo.